En el corazón de Tepoztlán, entre montañas y un entorno cargado de simbolismo se abre una oportunidad poco común: adentrarse en el taller del escultor Alma Allen y participar en un proceso creativo que usualmente permanece a puertas cerradas. De la mano de la artista y curadora de MASA Gallery, Su Wu, esta experiencia trata de vivir la transformación de una idea en materia.
“Para mí, una de las cosas más especiales de esta experiencia es abrir el estudio de Alma y permitir que otros entiendan de primera mano el esfuerzo, el gesto y el espíritu de transformación que hay detrás de una obra”, comparte Su Wu para Architectural Digest México y Latinoamérica. “La escultura no solo se trata de emoción, también implica trabajo físico, tiempo y materiales que son pesados y exigentes. El reto está en cómo convertir todo eso en algo que parezca ligero, inmediato, casi mágico”.
