Esta piscina natural es única en el mundo. Estamos en el océano Atlántico, frente a las costas de São Miguel, la principal isla del archipiélago de las Azores. El pequeño islote de Vila Franca (Ilhéu de Vila Franca do Campo, su nombre original) se encuentra en una reserva natural protegida, famosa por la natación y el buceo de altura. Deshabitado por el ser humano, este territorio de unas 5 hectáreas alberga una piscina natural con una forma circular sorprendentemente perfecta. La laguna se encuentra bajo el cráter formado por la roca volcánica que la rodea, roca que se encuentra bajo sus aguas y ha creado cuevas submarinas.
Llamada Boquete por los lugareños, esta formación es el resultado de una erupción submarina que creó un cono volcánico. El cráter, de 150 metros de diámetro, se llena de agua, creando una piscina natural de 20 metros de profundidad. Esta laguna está bordeada por una playa protegida de las olas, vigorosas en otras partes de las Azores. Incluso se ha formado un fino brazo de arena en el interior del círculo de agua, ofreciendo una cala excepcional. El islote deshabitado de Vila Franca alberga numerosas especies de aves marinas, protegidas por BirdLife International, que lo ha identificado como zona prioritaria de conservación de aves. El mar alberga una gran variedad de peces, como serviolas, morenas, peces loro y rayas. También hay una rica flora, que incluye plantas autóctonas como la caña de azúcar, el tamarisco y el mirto. Desde que fue abandonada por los humanos, los viñedos han sido abandonados, pero aún pueden verse algunas cepas resistentes.